lunes, julio 19, 2004

El Hippie.

Carretera de Tarragona a Torreforta, por la cuneta y soportando un tórrido calor caminaba este que escribe, eran horas de trabajo, yo por aquel entonces trabajaba...

Por tanto era un asalariado de aquel que sacando la cabeza por la ventanilla de su flamante coche y reconociéndome como empleado suyo me grito “hippiiiiiiii”.

El muy jueputa había decidido llamarme así por su cuenta y riesgo, digo esto porque conociéndome aun no entiendo como se “atrevió” a darme pie a que yo contestara lo que me saliera en ese momento de mi desvariada cabeza...y no tardo mucho en escuchar un (hasta luego rompe techos)...no tengo que decir, que su mirada sobrepasaba la línea del volante por escasos centímetros, era ciertamente un tapón de cava, pequeñito y cabezón, para justificar mi respuesta inmediata.

Eso pudo haber quedado en una anécdota si no fuese porque caminaba junto a un compañero de trabajo que conociéndome muy bien me dijo, tío, tu eres hippie, no se porque te mosqueas con Don Fulano...

También tuve una respuesta inmediata para mi compi, si hombre yo se que soy hippie y no me negaras que ese no se parece a un tapón de cava o champagne según se quiera decir.

Unas risas fueron las respuestas que nos dimos a nuestras siguientes preguntas-respuestas de los dos.

Pero claro, todo queda en la cabeza de los participantes en dicho hecho, mi compañero no dejo de contar la anécdota a todo el que se le presentaba como interesado en saberlo, y de boca en boca yo pase a llamarme (El Hippie) y Don Fulano (El Tapón).

Claro esta, el salió perdiendo, no creo que fuese muy orgulloso por el mundo diciéndose a si mismo que tenia un apodo que le identificaba tal y como el quería, (si lo pillabas sentado al levantarse el pantalón por el efecto de doblar las piernas veías unos zapatos muy alzados y también muy disimulados). No estaba contento con los centímetros de persona que tenia..jajaja. (algunos le llamaban zapatitos) esto no me gusta ponerlo, pues si lo leen mas de cuatro que yo me conozco, identificaran al pobre tapón...

Corría el año 1978 cuando ocurrió este hecho, una época en la cual el concepto Hippie y el hecho de serlo era mas una filosofía de vida que una imagen solamente, yo estaba a medias en parecerlo estéticamente y no, pues mis circunstancias mi poder económico y mi decisión propia de vestir tal y como yo siempre he querido sin seguir normas, pautas o modas (así me va, que parezco lo que no soy) me identificasen con o tal o cual tendencia o grupo.

La filosofía Hippie me identifica y la practico, si eso es SER Hippie yo lo soy, pero si serlo implica andar arrastrando los pies y dejando un olor mezcla de sudor y ninguna higiene y deshacerse de vestimentas y pisar la hierba por costumbre, no soy un Hippie ni quisiera serlo.

Todo esto es un preámbulo a mi siguiente parrafada, que es un análisis del Hippie que vi este fin de semana en un macro concierto de tres días en un pueblo de Jaén, donde bajo el nombre de ETNOSUR se reúnen grupos de música y artistas de todo tipo y culturas varias en un intento de acercar todo eso a los demás.

El Hippie 2ª parte.

El lugar es impresionantemente macro, mucha gente, muchos coches muchas tiendas de campaña, muchos puestos ambulantes, muchos bares, mucho polvo, mucha agua, mucho sol, mucho ruido, mucho ajetreo... 

Los tres días están divididos en las noches y el día de cada uno de ellos, la noche dedicada enteramente a la música y los puestos ambulantes que circundan el macro recinto principal y muchos bares.

El festival en si se despliega por todo el pueblo y su periferia, incluyendo un paraje alucinante que es el nacimiento del rió San Juan.
Durante el día ese lugar es punto de encuentro para todos los que pasando como pueden la noche, pretenden y consiguen pasar el resto del día en un ambiente muy (Hippie) rodeados de arboledas frondosas y agua muy fresquita, pues es un nacimiento de agua de unas cuevas que dan un agua de lo mas natural y fría.

La distancia que separa el pueblo de ese lugar dista mas de 10 Km. por tanto nadie en su salud mental y física intentaría caminarse esos kilómetros bajo un sol implacable, es obligado el ir en vehículo, por tanto todo el que estaba en ese lugar o tenia medio de trasporte o tenia quien se encargase de proporcionárselo.

El numero de personas dividido entre los coches que en la zona atascaban toda la carretera era menos de 3 por vehículo, eso añadido a que no vi coches destartalados ni con carencias, y si vi todo tipo de comodidades si se trataban de furgonetas y vehículos de ese tipo, me dio que pensar que la imagen que representaban de tirados del mundo y sin recursos, era mas una imagen que una realidad.

El ser uno mas era cosa fácil, solo tenias que buscar un sitio cerca de todo, pues también habían bares, tenderetes, música, y músicos ambulantes...jejeje

Las zonas de agua delimitaban solo los lugares que no se podían plantar el culo..esas zonas estaban embarradas y de mucho transito, nosotros apañamos un lugar a orillas del mismo nacimiento del rió con unas vistas del lugar casi privilegiadas, pues todo se centraba en ese mismo punto, por tanto estábamos en el centro del universo...jajaja.

No voy a describir todo lo que me rodeaba, pues hay fotos en esta dirección  ( http://tu.auna.es/zonaweb/siego) en el apartado (álbum de fotos) y además no es el motivo de mi post el dar una crónica del evento ni una descripción del lugar, que resalto en que es un entorno maravilloso.

Mi post es MI visión de la realidad del Hippie del siglo 21, todos muy uniformados por decir de alguna forma que todos tenían como destacado en su persona, el portar peinados o como quiera que se llame el “trabajo” o guarreteo que tenían en sus cabelleras, mucha rasta y mucho adorno en ellas.

Muchos portando tatuajes en cualquier parte del cuerpo, me creo que ya no llama la atención un tatuaje solamente por el dibujo en si o lo que representa, ahora el tema esta en el lugar donde llevas ese tatuaje y la magnitud de el, cuanto mas espacio ocupe mas hay que lucirlo, paseándose en bolas por el lugar...jajaja.

Hippies, de imagen todos, de actitud algunos, y de convicción, creo que uno que dejamos en la carretera de vuelta hablándole a los olivos de sus penas y glorias, fue el resumen de lo que yo percibí en el lugar.

Muy lejos están los Hippies que sin un puto duro andaban por todos lados haciendo demostraciones de su sana actitud sin dejar la extravagancia de sus formas y modos.
Ahora todos tiene tarjeta de crédito, el bar estaba lleno de “pelijosos” que con billetes en mano exigían ser atendidos pidiendo a gritos raciones y bocadillos de todo tipo y por supuesto sin preguntar como yo tenia por costumbre cuando tenia su edad....el precio de las cosas antes de pedirlas.

No hay que ser pobre para ser de tal o cual tribu, eso lo tengo claro, pero también tengo claro que para ser Hippie hay que lavarse mas y ser mas natural.

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