jueves, julio 15, 2004

En El País De Lo Ciegos... (Cementerio)

Lámparas de aceite dan aroma de precariedad absurda,
luces innecesarias en el país de la oscuridad absoluta
silencios olvidados, no hay memoria para ellos
ruido, mucho ruido, provocando atropellos.

Darme quiero de narices con mi propio enterramiento
no ha nacido el que conduce por tortuosos senderos
al abrigo de la impaciencia a ojo de buen cubero
que malgastado su tiempo, devolvió el burro al arriero.

De las riendas ni recuerdo, son de miedo son de cuero
pasaremos por las paginas de nuestros desfiladeros
rechazando y aceptando la ayuda del labriego
pena penita pena, que no seas mi sendero.

Pena penita pena, para quererme a mi primero
despeinar lo ya peinado y soñar que no he soñado
destrozar lo remozado y volverlo a destrozar
disponiendo y desechando pensando y dejando de pensar
sencillo, mucho mas sencillo, sin almas ni espiritualidad
donde se untan de barro, los que nos queremos untar.

Con las manos nos tocamos, necios y menos necios
necios, dejarlo ya... quien lo quiera que se muera
vamonos de este lugar...
que el olor de los difuntos es olor de rechazar.

O muerte que arrebatas las ganas de vivir mas
dale fuerza luz de vida, alumbra su oscuridad
si te llevaras su vida, no la molestes MAS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario